Pablo y sus artículos periodísticos

Sábado de Gloria Diario SUR
15/04/2017

Hoy las iglesias están más vacías que nunca, como el teatro de Gallarate en Lombardía. Allí, un actor italiano ha realizado el monólogo programado pese a que no había ni un solo espectador en el teatro donde actuaba. En la madrugá sevillana han detenido a ocho personas por provocar el caos en los desfiles procesionales. La policía ha detenido en Madrid a ocho personas (pero otras ocho, diferentes de las de Sevilla) por provocar el caos en la Plaza Mayor de Madrid, ocho hinchas ingleses. El teatro está en la calle. Los detenidos en Sevilla empezaron a correr gritando que había una bomba. El horno no está para rollos. En el caos provocado el Lunes Santo en Málaga todo empezó con salvajismo doméstico: un hombre medió en una discusión entre su mujer y otro hombre liándose a banquetazos. La gente empezó a correr y unos creían que venía un camión atropellando nazarenos y otros que había disparos. El umbral del miedo lo tenemos elevado y cualquier idiota activa nuestro máximo nivel de alerta. Pero el público sigue acudiendo a los actos, pese a la mala suerte del actor italiano. Leo la noticia donde se explica que la taquillera del teatro informó al actor de la ausencia de público y se informa de que estaba embarazada. Embarazada por tener que ser portavoz de la noticia. Yo no soy italiano ni actor. Actuar no me atrae, ser italiano no me habría importado, esa lengua, esa literatura, esa zalamería a menudo más educada que la nuestra, como una discusión usando la ironía en vez de los banquetazos. Si fuera italiano pasaría las vacaciones en Málaga y vería una procesión y luego me iría a la playa. Sería de origen siciliano, pero viviría en el norte. Eso sí, cuando no pasase las vacaciones en Málaga volvería a Sicilia, para dar consistencia a la mezcla. En el sur me tacharían de chicarrón del norte y en el norte de “terrone” y desearía ser de Málaga. Hasta que me dieran un banquetazo. Lo mejor sería ser de todas partes. O de ninguna.
Celebramos la pasión de Cristo y hoy no hay misa ni cuerpo consagrado, la porción de Cristo. Jesús lo hizo todo por amor, la poción de Cristo. Mañana resucitará y no habremos comprendido nada porque el teatro está vacío. Estados Unidos ha lanzado la madre de todas las bombas en Afganistán. Lo comentó Trump tras una reunión con bomberos. Parece que se reúne más con bombarderos. Kim Jong-Un, con el padre de todos los peinados, dice esperar a Trump para empezar el espectáculo. En México han lanzado a tres hombres desde una avioneta. Como si fuera un acto publicitario para que leamos las novelas mexicanas de Don Winslow, un autor que merece respeto, por eso se le llama Don. Como Don DeLillo, que por cierto escribió una novela llamada “El hombre del salto”, aunque los tres sinaloenses no saltaron voluntariamente. El paracaídas, güey, tal vez fueron sus últimas palabras.
La música de las bandas siguen resonando en nuestro interior, pero ya no hay actores. Sólo nosotros, todos espectadores, esperando algún espectáculo para aplaudir. O para liarnos a banquetazos.
http://www.diariosur.es/opinion/201704/15/sabado-gloria-20170414134729.html
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