Pablo y sus artículos periodísticos

Abajaban los pastores Diario Sur
18/04/2015

ABAJABAN LOS PASTORES

No se acuerdan de los acuerdos. Los acuerdos son complicados y exigen que cada parte ceda, pero no se da el caso, qué cosa. El Parlamento Andaluz es un lugar amigable en navidad, cuando un parlamentario saca la guitarra y todos se saben la letra del villancico flamenco. Abajaban los pastores. León Felipe decía “no he venido a cantar, podéis llevaros la guitarra”. Abajaban por el cerro de Belén. No me gusta ver a los parlamentarios cantando, no les pagamos para eso. No me gusta ver a los parlamentarios incapaces de llegar a un acuerdo. Lo que ha llegado ahora es la primavera y si alguien llega a sacar una guitarra otro parlamentario se la habría ucranianamente roto en la cabeza. En nuestro parlamento todavía no llegan a las manos, a veces llegan incluso a ciertos acuerdos, como el de subirse los sueldos en plena crisis, y en secreto, pero el espectáculo actual es de vergüenza. Hay espectáculos esperanzadores -¡mira el Festival de Málaga!-, de hecho espectáculo empieza por espe, pero no podemos olvidar que termina por culo. Nosotros, mientras, vamos registrando los movimientos de cara a las próximas elecciones, aunque el continuo paseíllo ante el juez nos vaya distrayendo. Griñán habló de fraude y Chaves, ahora con barba, dijo que eso lo dijera el juez. Zarrías, ahora sin bigote, dice que no tenía poder. Andan todos por Madrid, y de Madrid al cielo, aunque estos días estén viviendo un infierno. Un Calvario, afirmó Griñán. El monte Calvario, a las afueras de Jerusalén según se va hacia donde nació Jesús, es el cerro de Belén. Abajaban los pastores. Son cosa del pasado, nos dicen, pero no es cierto: están de escala en Madrid, cobrando, de camino al cielo. Lo actual, lo de justo ahora, es la mesa del parlamento. Juan Pablo Durán es el nuevo presidente y sus palabras del pasado y sus multas le confieren un aura peculiar, tirando a marrón.
Hay tal cruce de casos judiciales, que agradeceríamos una película en el Festival de Málaga que nos iluminase. Dominique Strauss-Khan ya tiene la suya. Strauss-Khan tenía todas las papeletas para ser presidente de La France y fue director gerente del Fondo Monetario Internacional tras la dimisión de Rodrigo Rato, quien había tenido todas las papeletas para ser presidente de España. Rodrigo Rato fue el elegido por Aznar pero Rodrigo dijo primero que no y al rato que bueno, sí, y Aznar le dijo que ya no, y eligió a Rajoy, lo que tomamos entonces como un mal mayor. Ahora Rato va concluyendo su peculiar ascenso a lo más bajo. Otro infierno que al final padecemos nosotros, clientes de los bancos que va hundiendo el personal, destinatarios imposibles del dinero que se desvía, devorados nosotros por los reptiles sin fondo. Es un triste consuelo que Rato -y tantos otros- sea de fuera de Andalucía. Rato se ha roto. Qué tío, acumulaba cargos (y pasta) en 30 sociedades. La clave, como suele pasar, está en los nombres. De todas sus empresas, la que registra una facturación más elevada se llama Manita. Lo imagino agitando una copa de vino exquisito para disfrutar todos sus aromas y riendo ante la ocurrencia del nombre. Manita. Otra empresa se llama Rafi, que es más de academia de estudios de barrio nuestro, donde uno pagaba e insistía ere que ere y le daban un título. En la cárcel coincidirían con el tío de la catana, que malhirió a un jardinero de Mijas que le afeó que rompiera el mobiliario. Pero qué difícil que estos pisen la cárcel, sobre todo largo y tendido. Rato ha estado detenido un rato. Mientras registraban su casa durante siete horas. Estamos cansados del paseíllo de políticos. Sólo queremos gestores decentes, ¿tan imposible es? El que esté libre de culpa que levante la manita.
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