Pablo y sus artículos periodísticos

Tener cabeza Diario Sur
23/04/2015

TENER CABEZA

En Alicante un señor se ha dado un tiro en un pie. Lo atendieron en Urgencias y la policía nacional investiga el suceso pues, si bien es normal que un señor tenga pies, no lo es tanto que posea un revólver. Qué facilidad tienen algunos para hacerse con armas. El otro día un joven discutió con un amigo en Marbella, sacó su pistola y le dio dos tiros. Por la onda expansiva quince familias tuvieron que dejar Marbella, con lo bien que vive en Marbella quien vive bien. En Alicante también vive bien quien vive bien. Cogí una vez un barco de Alicante a Orán y fue como si le hubiera dado la vuelta al mundo. En Alicante dejaba una bahía y un monte coronado por un castillo musulmán, y en Orán encontré una bahía y un monte coronado por un castillo cristiano. El señor de Alicante ha confesado que se disparó en el pie para saber qué se sentía. Este tipo de noticias no suele ocupar mucho espacio en los periódicos serios, pero he echado de menos la explicación: qué sintió. No creo que llegue nunca a darme un tiro para saber qué se siente (si no sé ni cómo conseguir una pistola) pero por si las moscas. Es de agradecer que alguien compruebe estos sentimientos consigo mismo, pues este tipo de experimentos suele practicarse con los demás. Cada vez que un hombre mata a una mujer y luego se suicida nos preguntamos por qué no empezó por el suicidio.
Ahora está poniéndose de moda degollar cristianos (¡curiosamente por un descerebrado!). Yo soy cristiano pero ante el tío del cuchillo de sierra juraría que no lo soy. Después, si lograse salir airoso, con la cabeza sobre los hombros sin que nadie tuviera que sujetármela (como a Rato), me confesaría. No quiero saber qué se siente sin cabeza. Lo ideal es que no le corten la cabeza a nadie, pero en todo caso deberían preguntarnos primero, tener la posibilidad de intercambiarnos por otro. Yo elegiría al señor de Alicante. Tu pie no sufrirá, le explicaría tratando de convencerlo, aunque primero habría que convencer al tío del cuchillo de sierra. Qué manada de locos.
Alicante queda frente a Argelia y a la derecha de Argelia queda Libia, cuyos kilómetros y kilómetros de costa constituían un itinerario bonito, cargado de ruinas romanas y, en serio, segurísimo, si querías ir hasta Egipto, todavía más allá. En las playas de Libia ahora hay conchas y cabezas de cristianos con las que juega la marea. Como si un cristiano tuviera culpa de serlo. Anda que cristiana. Imagínate que te toca nacer en un campo de refugiados de Oriente Medio, en una familia cristiana y, para colmo, niña. En las playas libias también hay, estos días, un millón de personas oteando el horizonte. No buscan cabezas sino el paraíso, este, el nuestro. Lo malo es que está ese mar que crucé en un barco seguro. Si nos preguntásemos qué se siente en esa playa (siendo una niña cristiana, siendo parte de ese millón de personas que ha cruzado desiertos para llegar al último obstáculo: el mar, que se tragará a muchas de ellas) nos iría mucho mejor. Todos somos hermanos y cuando mueren tantos es como si nos dieran un tiro en el pie. Duele mucho.
http://www.diariosur.es/opinion/201504/23/tener-cabeza-20150423005459-v.html
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