Pablo y sus artículos periodísticos

ADN Diario SUR
22/03/2017

ADN

Según el índice de felicidad que acaba de publicar la ONU, Noruega es el país más feliz del mundo, aunque ahora mismo esté lloviendo en Oslo y haga 1ºC. Y eso que no te ponen tapa con la cerveza. Vale, tiene fiordos altísimos, pero no tiene el Festival de Cine de Málaga, que un año más vuelve a celebrarse en Málaga. En Noruega hablan muy bien inglés, y noruego, y te miran desde arriba, aunque también es porque son muy altos. A mí me gustan las tapas, y la cerveza fría, y el sol y que a la panadera no le importe que le pague el pan el jueves si se me ha olvidado la cartera, pero no me gusta pisar cacas de perro ni que me atropellen en pasos de cebra mientras me gritan quítate de en medio, pringao. El colmo de los colmos, el gran marrón, es cuando piso una caca por ir a recoger otra de mi perro, con lo cual en el fondo recojo dos. Tengo un vecino con casi 200 años que merece un documental con biznaga cada vez que inicia las maniobras para quitar esas heces. Tengo otro de 20 que merece un documental cuando mira a los lados y si nadie lo mira a él no recoge las de su pitbull suelto y sin bozal que parece decir esta boca es mía. No debemos olvidar que Ramón Ramírez, el del perro de San Roque, era español español español. En España no es legal, desde la semana pasada, cortarle el rabo a un perro. En Málaga la mierda nuestra nos delata. Hablo de un nuestro amplio. Cuando se publique en el boletín oficial de la provincia en abril, entrará en vigor la obligación de registrar el perfil genético de las mascotas. Eso servirá para que un disciplinado agente pueda recoger una muestra de hez en el haz de una hoja y llevarla para que la analicen. Espero que no se acumulen las muestras y deba llevarse trabajo a casa.
La prueba de adn me serviría cuando veo tres cagarrutas juntas y no sé cuál es la de mi perro. Paso de recoger la caca del tipo de 20 de más arriba (conozco otro de 16 que las recoge todas y uno de 69 que ni una). Es curioso que casi sólo funcionemos a base de multas, así no podemos ser felices. ¿Puede ser feliz quien se salta un paso de cebra cuando espera el prójimo? Sin duda es más feliz que el prójimo atropellado, pero es una felicidad sucia, como con trozos de caca de perro por encima. No sé por qué me he acordado de Contador. El millonario Tinkoff, dueño de su ex equipo, dijo de él anteayer que es “un trozo de mierda española”. Si nos insultan como colectivo seremos menos felices. Eso sí, si respondemos lo seremos menos todavía, es lo que no comprendieron los civilizados padres del partido del otro día en el que se liaron a puñetazos. Yo les exigiría a esos padres el adn. No sé qué haría cuando comprobásemos que es casi como el nuestro. Qué mierda todo.
http://www.diariosur.es/opinion/201703/22/-20170322014946-v.html
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